Proteger nuestro colchón puede ser una difícil tarea si no sabemos con qué debemos equiparlo. ¿Una funda de colchón? ¿Mejor un protector? Esta vez queremos hablarte de los protectores, que tienen muchas características y una de las más destacables y que no tienen las fundas (que son las que cubren el colchón en su totalidad) es que pueden ser acolchados o no acolchados.

PROTECTORES DE COLCHÓN

Un protector es la opción ideal para proteger tu cama si la base en la que apoyas el colchón es un canapé o una base tapizada, ya que cubre los 5 lados expuestos al polvo y la suciedad. La principal característica de los protectores es que se ajustan al colchón gracias a su faldón elástico y a su goma inferior ajustable. Entre las diferentes opciones que te ofrecemos verás que, además, tienen otra característica muy particular: pueden ser acolchados o no acolchados.

¿ACOLCHADO O NO ACOLCHADO?

Un protector acolchado aporta un extra de confort en su parte superior gracias a su relleno de fibra hueca siliconada Ecolofil, completamente transpirable y muy mullida que aporta al descanso un plus de comodidad a la vez que protege tu colchón. Aun siendo acolchado puede incluir también otra característica, como por ejemplo la impermeabilidad. Además, gracias al acolchado del protector podrás suavizar al tacto el propio dibujo del colchón.

En el caso de los protectores no acolchados la diferencia es que no incluyen esta capa superior y te hacen estar en contacto más directo con la superficie del colchón, protegiéndolo igualmente de la suciedad exterior.

Si no sabes si un protector será suficiente para tu colchón piensa en si necesitarás que esté a salvo de posibles líquidos y de la frecuencia con la que quieres lavarlo. Si junto al protector pones debajo una funda de colchón te permitirá que tu cama esté el doble de protegida y que solo tengas que lavar más a menudo el protector, mientras que la funda se queda protegiendo el colchón.

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