Cuando un niño llega a su etapa adolescente, su habitación pide un cambio. Las habitaciones evolucionan con las personas… y nosotros te hemos recopilado las mejores ideas para decorar un dormitorio juvenil.

Colores

Los colores escogidos son muy importantes, deben ser armónicos e invitar a pasar tiempo en la habitación. Por ello, hay que tener en cuenta distintos aspectos:

→ Neutralidad

Es recomendable el empleo de tonalidades neutro (blanco, beige, gris perla…). Los colores así serán la base de la que se partirá para “jugar” con la decoración del cuarto. Ten en cuenta que, si se emplearan tonos muy estridentes para todo el espacio sería más difícil conseguir una armonía con los elementos que se incorporaran después. Por tanto, la neutralidad ayuda a destacar los objetos personales que se incluyan en el dormitorio.

→ Acentuación

Si la habitación está pintada en un tono plano y discreto, lo ideal es acentuar determinados elementos de la habitación. ¿Cómo? Bien, es ahora cuando se puede recurrir a los colores fluorescentes. No hay que tener miedo de emplear tonos intensos o, incluso, chillones. Lo que se busca con este recurso es destacar ciertos aspectos de ese espacio. Prueba con almohadas, cuadros o colchas llamativas.

→ Llamadas de atención

¿Y si pruebas a centrar la atención en un punto determinado de la estancia? Puedes intentar resaltar una pared de alguna forma original. Algunos de los recursos más creativos son los murales, los papeles pintados o las pizarras de gran tamaño. Si bien este tipo de decoraciones acotan el estilo de la habitación (será un poco más difícil combinar el resto de elementos para que encajen con esa pared en concreto), son opciones muy vistosas que consiguen despertar el lado más imaginativo de la persona en cuestión.

Aprovechamiento de espacios

→ Más de un colchón

En un dormitorio juvenil lo ideal es que haya más de una cama. De esta forma, la habitación se convertirá en una estancia agradable y cómoda para que los amigos acudan a pasar el rato o se puedan quedar a dormir. Además, no tiene por qué suponer un problema de espacio; en lugar de una cama al uso, se puede recurrir a literas, cama supletoria, cama nido…

→ Almacenamiento

El armario y la mesilla de noche no siempre son suficientes. Conviene es disponer de un espacio para guardar aquellos elementos de uso cotidiano. Colocar unas cuantas baldas en la pared siempre viene bien. También resultan muy útiles las estanterías y las cajas que, además de tener un fin práctico, pueden servir de decoración.

→ Más amplitud

Si el espacio del que se dispone es pequeño, tal vez es aconsejable aprovechar la pared. ¿Cómo? Prueba a integrar parte del mobiliario en la pared para dejar el suelo despejado. También está la opción de situar el colchón en alto. De esta forma, el hueco que queda bajo la cama puede emplearse para otras cosas (un espacio dedicado al relax, por ejemplo).

Lo aconsejable

→ El estudio

No hay que olvidar que, además de ser un espacio de descanso, esta habitación también tiene que estar equipada para poder estudiar. Por ello, es esencial disponer de un buen escritorio o mesa de trabajo lo suficientemente grande para sentirse cómodo ahí. Esta zona debería encontrarse en un punto luminoso del cuarto (por ejemplo, al lado de una ventana). ¡Acuérdate de incluir una lámpara o flexo!

→ Relax

Al igual que este cuarto sirve para el estudio, también tiene que servir para el descanso. Se aconseja incluir alguna butaca o sillón puff para poder sentarse a reposar, leer… Una buena luminosidad en este espacio es clave. Hay que tener en cuenta que un adolescente pasa mucho tiempo en su habitación, así que es importante que haya espacio para desarrollar sus aficiones (lectura, dibujo, escritura, prácticas musicales…).

Como ves, son muchas las ideas que se pueden aplicar en la decoración de una habitación juvenil. Recuerda que en Estores disponemos de los artículos necesarios para equipar de la mejor forma el dormitorio.

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