Dormir bien es fundamental para nuestra salud física y mental, pero no todas las personas logran un descanso reparador. Los trastornos del sueño pueden afectar la calidad del descanso y, entre ellos, las parasomnias son un grupo particular que genera movimientos, comportamientos o experiencias inusuales durante el sueño.

Descansar con Trastornos del Sueño

¿Qué son las parasomnias?

Las parasomnias son fenómenos anormales que ocurren mientras dormimos. Pueden suceder durante la transición al sueño, en medio del sueño o al despertar, y suelen implicar movimientos, emociones, sueños vívidos o comportamientos automáticos.

Algunas de las parasomnias más frecuentes incluyen:

  • Sonambulismo: caminar o realizar actividades mientras se está dormido.
  • Terrores nocturnos: episodios de miedo intenso, gritos y agitación durante el sueño profundo.
  • Pesadillas: sueños muy vívidos que provocan despertar con miedo o ansiedad.
  • Parálisis del sueño: sensación de estar consciente, pero sin poder moverse al despertar o al quedarse dormido.
  • Trastorno de conducta del sueño REM: actuar físicamente lo que se sueña, como golpear o hablar.
  • Bruxismo: rechinar o apretar los dientes durante la noche.
  • Mioclonías nocturnas: sacudidas bruscas de brazos o piernas al inicio del sueño.

Causas de las parasomnias

Las parasomnias pueden tener múltiples causas, entre las que se incluyen:

  • Factores genéticos: algunas parasomnias como el sonambulismo pueden presentarse en familias.
  • Estrés y ansiedad: aumentan la probabilidad de pesadillas, terrores nocturnos o parálisis del sueño.
  • Privación de sueño o cambios en los horarios: alteran el ciclo del sueño y facilitan episodios parasómnicos.
  • Consumo de alcohol, cafeína o ciertos medicamentos: pueden disparar o agravar las parasomnias.
  • Enfermedades médicas: trastornos neurológicos, respiratorios o psiquiátricos pueden estar asociados.

Síntomas de las parasomnias

Los síntomas varían según el tipo de parasomnia, pero pueden incluir:

  • Movimientos involuntarios, caminar o hablar durante el sueño.
  • Despertares bruscos con miedo o ansiedad.
  • Sueños vívidos o pesadillas repetitivas.
  • Sensación de parálisis al despertar.
  • Dolor en mandíbula por bruxismo.
  • Fatiga diurna por sueño fragmentado.

Tratamiento y manejo

El tratamiento depende del tipo de parasomnia y de su gravedad:

  1. Higiene del sueño: mantener horarios regulares, evitar cafeína y alcohol, y crear un ambiente propicio para dormir.
  2. Manejo del estrés: técnicas de relajación, meditación o terapia cognitivo-conductual.
  3. Medicamentos: en casos graves, algunos fármacos pueden ser recetados para reducir episodios de sonambulismo, terrores nocturnos o trastorno de conducta REM.
  4. Tratamiento de condiciones subyacentes: si la parasomnia está relacionada con apnea del sueño, depresión u otras enfermedades, es crucial abordarlas.
  5. Seguridad: en casos de sonambulismo, proteger la habitación y eliminar objetos peligrosos.

Preguntas frecuentes sobre las parasomnias

¿Afectan a la calidad del sueño?
Sí. Las parasomnias interrumpen el sueño profundo y reparador, generando cansancio, somnolencia diurna y dificultad para concentrarse.

¿Cómo afectan a la salud general?
El sueño fragmentado por parasomnias puede aumentar el riesgo de ansiedad, depresión, problemas cardiovasculares y afectar el sistema inmunológico.

¿Pueden ser síntoma de una condición médica?
En algunos casos, sí. Las parasomnias pueden estar asociadas a trastornos neurológicos (como Parkinson), apnea del sueño, depresión, ansiedad o efectos secundarios de medicamentos. Por ello, si se presentan con frecuencia o afectan la vida diaria, es importante consultar con un especialista en sueño.

Dormir bien no siempre es fácil, y las parasomnias pueden dificultar el descanso incluso cuando dormimos el tiempo suficiente. Reconocer los síntomas, entender las causas y buscar tratamiento adecuado es clave para mejorar la calidad de vida y proteger la salud general.